Es cierto que en general los centros educativos no han acabado de introducir las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) y la mayoría de maestros y maestras que utilizan las nuevas tecnologías es de forma superficial y muy técnica. No utilizan esta nueva tecnología para ir más allá como mejorando el rendimiento de los alumnos o realizando cambios significativos en el proceso de enseñanza/aprendizaje. Digamos que la integración de las TIC en la educación significa que estas mismas se utilicen en los procesos de enseñanza/aprendizaje tanto dentro como fuera del aula para conseguir los objetivos educativos previstos.
La existencia en los centros educativos de una buena coordinación tecnológica, o mejor aún, de un Departamento de Tecnología Educativa que asegure el adecuado mantenimiento de los equipos, la formación tecnológica (y didáctica) del profesorado y la coordinación de las aulas informáticas, será sin duda un factor de gran peso específico para lograr la integración de las TIC en el centro y por ende la mejora de las prácticas docentes.
Para que esta integración resulte satisfactoria y beneficiosa deben haber una serie de cambios en diferentes elementos o áreas:
- Las infraestructuras físicas: El punto de partida para la integración de las TIC en los centros docentes es obviamente la disponibilidad recursos tecnológicos (ordenadores, impresoras y otros periféricos, conexiones a Internet, redes...) debidamente ubicados e instalados, y con un adecuado sistema de mantenimiento.
- Los programas y otros recursos educativos: la aplicación educativa de los medios tecnológicos debe realizarse partiendo de la base de que, a pesar de la creciente integración de muchos medios en los soportes informáticos, cada medio tiene sus características específicas y puede resultar idóneo en un determinado contexto. Además estos medios nunca podrán sustituir la experiencia directa ni tampoco las relaciones interpersonales, la afectividad...
- La coordinación técnico-pedagógica: como se desprende de los apartados anteriores, la creciente informatización de los centros hace necesaria una buena organización de los recursos tecnológicos, y exige la existencia de personas responsables de inventariar y mantener estos recursos, coordinar su uso y de asesorar al profesorado.
- La formación y motivación del profesorado: el profesorado constituye el eje central de todo proceso innovador en educación. El profesorado necesita competencias instrumentales para usar los programas y los recursos de Internet, pero sobre todo necesita adquirir competencias en el uso didáctico de todos estos medios y conocimiento de los nuevos roles docentes, ya que la eficacia que se desprenda se su utilización dependerá de que se utilicen en los momentos oportunos y de la manera más adecuada (según los objetivos y contenidos que se traten, los estudiantes, etc.).
- La integración de las TIC en el currículum: progresivamente se van integrando las nuevas tecnologías en los programas de los cursos a todos los niveles: enseñanza obligatoria, enseñanza profesional y universitaria, educación no formal... Esta integración de las TIC, obedece a los requerimientos de la actual "sociedad de la información" y pretende capacitar a los jóvenes para desenvolverse en el mundo digital.
- La integración de las TIC en los procesos de gestión del centro: uno de los aspectos básicos de la integración de las nuevas tecnologías en los centros es su uso intensivo en los trabajos de administración y gestión del mismo. En este campo, todos los centros han realizado un notable proceso de informatización de estas actividades.
A modo de conclusión es indispensable que para que se pueda integrar correctamente el uso de las nuevas tecnologías tanto la dirección del centro como los padres y la Administración Educativa colaboren con el fin de conseguir mejorar la educación de los niños y niñas.
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